El socialismo es una ideología política que designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden en principio un sistema económico y político, basado en la propiedad o posesión democrática de los sistemas de producción y su control administrativo por parte de los mismos productores o trabajadores y del control democrático de las estructuras políticas civiles por parte de los ciudadanos, en muchas ocasiones a través de los métodos de propiedad colectiva o la propiedad estatal. Por ello el socialismo se asocia, sin ser necesariamente, a ideas que van desde la búsqueda del bien común y la igualdad social hasta el socialismo de Estado o el intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente según el interlocutor.
En resumen apoderar a quienes realizan la vida social y economía de una sociedad en lugar de darle poder sólo a aquellos que las puedan comprar o concentrar el control de ella (e incluso elaborar mecanismos para evitarlo de raíz), de ahí su carácter originalmente anticapitalista. En principio es a esto a lo que en el siglo XIX, en el contexto de un proceso de proletarización masivo producido por el ascenso del capitalismo industrial, se denominó movimiento socialista y en algunos lugares movimiento de reforma del trabajo.
Es un término político, que permanece fuertemente vinculado con el establecimiento de una clase trabajadora organizada, creada ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras. La radicalidad del socialismo no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.
En la práctica el significado de facto del socialismo ha ido cambiando con el transcurso del tiempo. Muchos de los denominados socialistas derivaron históricamente en la búsqueda de instaurar un Estado obrero organizado de abajo hacia arriba (en oposición al Estado de clase, organizado de arriba hacia abajo), de los sectores económicos y políticos para evitar (parcial o completamente) que una minoría de los ciudadanos poseedora de los medios de producción (burguesía) pueda ejercer la explotación a la mayoría de los ciudadanos obreros de la producción.
Otros mientras tanto continuaron rechazando la vía del control estatal considerando que el capitalismo sólo era posible gracias al poder impositivo o la coacción que garantiza privilegios legales sobre la propiedad a quienes tienen el favor del poder estatal y continuaron reivindicando el significado básico y original del socialismo como "medios de producción en poder de los productores", de todas formas durante el siglo XX ésta se convirtió en una opción socialista minoritaria y heterodoxa.
La ideología con que muchas veces se relaciona en la actualidad al sistema del socialismo es la socialdemocracia, ya que trata de reducir las diferencias económicas entre clases; para ello los países basados en estas ideologías socialistas tienen medidas para redistribuir la riqueza; las personas de clase alta (personas que poseen más riquezas/dinero que la media) se les requiere pagar impuestos más altos que a la media de las personas de ese país, con el fin de distribuir la riqueza en la sociedad y ofrecer o facilitar oportunidades que individuos de clase baja no podrían tener. Razón por la cual en la actualidad la mayoría del "socialismo" y de esta palabra se identifica con los postulados socialdemócratas, incluso por parte de corrientes clásicamente asociadas al movimiento socialista que ante la parcial asimilación de la palabra "socialismo" por la socialdemocracia dudan, evitan o rechazan denominarse de esa manera.
Como ya se indicó el significado dado al socialismo es muy amplio y puede variar según el exponente al igual que los proyectos que aplicarían, aunque normalmente se refieren al socialismo democrático-estadocéntrico o de partido (parlamentario) y su modelo suele ser el de políticas económicas intervencionistas.
Según Heinz Dieterich lo que en América latina se denominan actualmente gobiernos socialistas, son más bien intentos de aplicación contemporáneos de las políticas de la economía social de mercado de la democracia cristiana de antaño.
En resumen apoderar a quienes realizan la vida social y economía de una sociedad en lugar de darle poder sólo a aquellos que las puedan comprar o concentrar el control de ella (e incluso elaborar mecanismos para evitarlo de raíz), de ahí su carácter originalmente anticapitalista. En principio es a esto a lo que en el siglo XIX, en el contexto de un proceso de proletarización masivo producido por el ascenso del capitalismo industrial, se denominó movimiento socialista y en algunos lugares movimiento de reforma del trabajo.
Es un término político, que permanece fuertemente vinculado con el establecimiento de una clase trabajadora organizada, creada ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras. La radicalidad del socialismo no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.
En la práctica el significado de facto del socialismo ha ido cambiando con el transcurso del tiempo. Muchos de los denominados socialistas derivaron históricamente en la búsqueda de instaurar un Estado obrero organizado de abajo hacia arriba (en oposición al Estado de clase, organizado de arriba hacia abajo), de los sectores económicos y políticos para evitar (parcial o completamente) que una minoría de los ciudadanos poseedora de los medios de producción (burguesía) pueda ejercer la explotación a la mayoría de los ciudadanos obreros de la producción.
Otros mientras tanto continuaron rechazando la vía del control estatal considerando que el capitalismo sólo era posible gracias al poder impositivo o la coacción que garantiza privilegios legales sobre la propiedad a quienes tienen el favor del poder estatal y continuaron reivindicando el significado básico y original del socialismo como "medios de producción en poder de los productores", de todas formas durante el siglo XX ésta se convirtió en una opción socialista minoritaria y heterodoxa.
La ideología con que muchas veces se relaciona en la actualidad al sistema del socialismo es la socialdemocracia, ya que trata de reducir las diferencias económicas entre clases; para ello los países basados en estas ideologías socialistas tienen medidas para redistribuir la riqueza; las personas de clase alta (personas que poseen más riquezas/dinero que la media) se les requiere pagar impuestos más altos que a la media de las personas de ese país, con el fin de distribuir la riqueza en la sociedad y ofrecer o facilitar oportunidades que individuos de clase baja no podrían tener. Razón por la cual en la actualidad la mayoría del "socialismo" y de esta palabra se identifica con los postulados socialdemócratas, incluso por parte de corrientes clásicamente asociadas al movimiento socialista que ante la parcial asimilación de la palabra "socialismo" por la socialdemocracia dudan, evitan o rechazan denominarse de esa manera.
Como ya se indicó el significado dado al socialismo es muy amplio y puede variar según el exponente al igual que los proyectos que aplicarían, aunque normalmente se refieren al socialismo democrático-estadocéntrico o de partido (parlamentario) y su modelo suele ser el de políticas económicas intervencionistas.
Según Heinz Dieterich lo que en América latina se denominan actualmente gobiernos socialistas, son más bien intentos de aplicación contemporáneos de las políticas de la economía social de mercado de la democracia cristiana de antaño.
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